Grave denuncia por acoso laboral en Valparaíso: Funcionaria pierde bebé en gestación

Un grave caso de acoso laboral en el Municipio de Valparaíso ha resultado en la pérdida de un bebé en gestación. Pricila Cuneo, funcionaria del Departamento de Fiscalización, denuncia que el estrés provocado por el acoso laboral fue la causa. Once funcionarios han presentado denuncias similares desde abril, con el respaldo del diputado Andrés Celis.

Once funcionarios del Departamento de Fiscalización del Municipio de Valparaíso denuncian acoso laboral desde abril, respaldados por el diputado Andrés Celis.

Un grave caso de acoso laboral ha sacudido al municipio de Valparaíso. Pricila Cuneo, funcionaria del Departamento de Fiscalización, perdió a su bebé en gestación la semana pasada, lo que, según sus declaraciones y el respaldo de sus compañeros, fue consecuencia directa del estrés provocado por el acoso laboral que sufrió en su lugar de trabajo. Los señalados como responsables de estos abusos son Pedro Jorquera y Joaquín Díaz, ambos del departamento de fiscalización de la municipalidad.

Pricila relató que «en abril de este año, presenté una denuncia por acoso laboral en contra de mis dos coordinadores del Departamento de Fiscalización y quiero hacer público mi caso porque en la municipalidad no nos han ayudado».

«Hace un tiempo, me declararon una enfermedad profesional, y hasta agosto estuve siendo tratada con medicamentos, psicólogos y psiquiatras. Cuando me enteré que embarazada lo asumí contenta, fue felicidad para nuestras vidas con mi esposo, y debido a todos estos meses de maltrato laboral, mi condición no mejora. La semana pasada me tuve que enfrentar a una situación con el director del departamento donde en una reunión me gritó y me trató muy mal, y eso me desembocó un gran estrés», agregó Pricila.

«Todo lo que he vivido ha afectado mucho mi salud emocional, y lamentablemente perdí mi bebé. Estuve internada en el hospital Carlos Van Buren dos días y actualmente estoy en tratamiento y en un programa de la Ley Dominga«, finalizó.

 

Este no es un caso aislado. Desde abril de este año, once funcionarios de la misma unidad han denunciado prácticas reiteradas de acoso por parte de sus superiores, sin que sus reclamos hayan sido acogidos.

Funcionarios denuncian manipulación en el proceso de evaluación de reclamos y anuncian acciones legales

La municipalidad de Valparaíso estableció una unidad dentro del Departamento de Gestión de Personal que, de acuerdo con las denuncias presentadas, tiene la función de filtrar las quejas internas. Según los trabajadores afectados, esta unidad archiva las denuncias utilizando declaraciones y testigos que no reflejan la veracidad de los hechos ocurridos.

Osvaldo Aranguiz Reyes, presidente de la asociación de funcionarios Auxiliares Municipales, lamentó lo sucedido y señaló que la situación requiere medidas urgentes. «Acá han sucedido situaciones de acoso laboral que han sido denunciadas a partir de abril de este año por 11 funcionarios de la unidad de fiscalización municipal contra sus jefaturas. Lamentablemente, estas denuncias no fueron acogidas como acoso laboral«.

Asimismo, sumó que «nuestra socia sufrió la semana pasada este aborto espontáneo, que a nuestro juicio podría tener su origen en el constante estado de estrés por las situaciones de acoso«.

Apoyados por el diputado Andrés Celis, los funcionarios anunciaron que agotarán todas las vías legales. En ese sentido, Celis Montt aseguró que este tipo de prácticas no pueden quedar impunes y exigió que se revisen los procedimientos internos de la municipalidad de Valparaíso.

«Es inaceptable que una funcionaria pierda a su bebé por un entorno laboral tan hostil. Me reuní con los afectados y presentaremos una solicitud formal a la Contraloría para que investigue a fondo este caso. Los trabajadores no pueden ser revictimizados por mecanismos que filtran las denuncias y favorecen la impunidad. Aquí deben tomarse acciones judiciales para proteger a quienes han sido víctimas de acoso«, aseguró el parlamentario, representante del distrito 7.

Además, enfatizó en que «lo más grave de todo es que este tipo de situaciones no solo afectan emocionalmente a los trabajadores, sino que también ponen en riesgo su salud y su vida y, por lo mismo, no podemos permitir que se siga normalizando este tipo de abuso en la administración pública«.

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