[CARTA AL DIRECTOR] – Radiografía de Peligro: Adultos Mayores en el Centro

Una vecina de 70 años vivió una experiencia angustiante en el centro. Un delincuente la abordó con astucia, cambiando sus billetes por falsos. Acompañemos a nuestros adultos mayores para prevenir situaciones similares.

El Engaño del Depredador: Un Fraude a una Vecina Mayor

Estimado director:

Una radiografía al centro; Adultos mayores en peligro de radiación

El lunes 15 de julio aproximadamente a las 11.00 horas, una vecina de 70 años vivió una experiencia que no olvidará fácilmente. Tras realizar un depósito y un giro en el Serviestado de calle Santiago 598, camina hacia el centro por la misma calle, siendo abordada por un hombre, que transitaba en sentido contrario, poco antes de alcanzar el paseo Latorre.

El delincuente, sin acento extranjero, alto, tres trigueña, 40 a 50, muy probablemente actuando  en complicidad con otra persona, que señala a la víctima, se acercaba con el ojo de un depredador.

 

El engaño

Este criminal, la aborda con una repetida pregunta, ¿Como está el caballero? ¿Como está el Caballero? Ante la primera expresión de duda de ella, arremete con mayor insistencia, ahora decía; “Le tengo un encargo de quesos, ¿tiene vuelto?, ¿Tiene vuelto?» Logrando confundirla, ella asume que era un encargo de su marido, revisando su cartera.

 

Visión de rayos X

La visión del depredador, detecta el dinero y, con astucia, procede a cambiar sus billetes por unos falsos, soltando la escalofriante frase “Guarde su platita, Guárdela bien.”

Ella, llega hasta “Carnes Pedro” al realizar el pago, le advierten de la falsedad de su dinero, ahora entiende que ha sido víctima de un fraude, saliendo abrumada del local.

Afortunadamente, una amable comerciante de una óptica cercana, le entrega su apoyo y consuelo en ese angustiante momento.

 

Hijo de la Victima, “Con la Claridad de una radiografía”

Quien acompañó a su madre, afirma que al escuchar la descripción del delincuente, el policía, mostró un cierto reconocimiento, de la ocurrencia de este tipo de delitos, como si era le era tristemente familiar.

Asimismo, me cuenta que trabaja en una empresa de telefonía en el centro, ha visto un preocupante número de adultos mayores, que concurren a su oficina por robos de sus aparatos.

Siempre que sea posible, acompañemos a nuestros adultos mayores al banco, no es solo una medida de seguridad, sino un acto de cuidado y responsabilidad compartida.

 

 

Marcelo González Solorza

Presidente

Asociación del Comercio Establecido de Villa Alemana

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir al contenido