El proyecto fue aprobado por parte de la Dirección de Obras Municipales de la comuna y es un avance en la autoproducción de ciudad como una solución legítima al déficit, la segregación y exclusión de la vida urbana. La iniciativa además fue reconocida la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo México 2022, en la categoría Acciones al margen.
Son cerca de mil personas las que se verán beneficiadas con la aprobación del proyecto urbano que contempla la regularización de cuatro campamentos de Valparaíso.
El proyecto fue aprobado por la Dirección de Obras Municipales de la comuna, y es un avance en la autoproducción de ciudad como una solución legitima al déficit, la segregación y exclusión de la vida urbana.
La importancia de este proyecto radica en que además de producir ciudad para los habitantes que históricamente han sido excluidos de la posibilidad de acceder a viviendas y servicios, se reconoce el trabajo territorial de las comunidades y se pone en valor la organización de las vecinas y vecinos del sector, los que por años no han contado con el apoyo del Estado y han tenido que ir construyendo soluciones habitacionales con sus propios recursos.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, afirma que este proyecto es “un paso muy importante. Por primera vez, bajo la vigencia de la Ley 20.234, hemos avanzado en la regularización de cuatro campamentos, que llevan más de 20 años esperando su radicación. Hace décadas que en Valparaíso no se había dado este paso”.
“La Alcaldía Ciudadana hoy cuenta con una estrategia que pensamos se puede aplicar perfectamente en otro territorios del país para que los campamentos no sigan esperando. El paso que viene es contar con el apoyo del Minvu, dentro del marco de su plan de emergencia habitacional, para garantizar financiamiento para las obras de urbanización que perfectamente podrían comenzar a ejecutarse a finales del 2023”, señala el edil.
Así, el proyecto no propone erradicar a las familias desde sus hogares sino que, alejado de las dinámicas de mercado que segrega y deja en manos de privados la planificación territorial, se hace cargo de las demandas sociales y regulariza los campamentos amparándose a la Ley 20.234, la que permite iniciar el proceso de urbanización y de inscripción en el conservador de bienes raíces.
Luis Álvarez, encargado de la Dirección de Vivienda, Barrio y Territorio de la municipalidad de Valparaíso, explica que la radicación de los campamentos que propone el proyecto, “permite que las familias se queden en el mismo lugar donde viven. No así cuando se realiza la erradicación, la que hace que las familias salgan del lugar de donde viven, que es donde tienen sus redes de apoyo, sus fuentes de trabajo, donde tienen su historia familiar, su acervo cultural y el conocimiento que tienen del territorio. Al sacar a las familias del lugar, lo que sería desarraigarlos, es totalmente perjudicial y prueba de ello es lo que ha pasado con los condominios sociales, los que representan lo peor de la política habitacional chilena”.
El polígono de intervención comprende un macro sitio en el cual se emplazan cuatro campamentos: Las Torres, Sin Nombre 14, Sor Teresa y El 10, los cuales se ubican en la parte alta de los Cerros Rocuant y Ramaditas, en la comuna de Valparaíso.
Con el proyecto, estos cuatro campamentos se incorporan al Plan Regulador y por lo tanto formarán parte de la ciudad, siendo los primeros campamentos con servicios básicos regularizados en el país.
La propuesta se generó a partir de un Modelo de Desarrollo Urbano basado en Unidades Urbano Ambientales, el que reconoce la autoproducción de los barrios y la capacidad de los vecinos a consolidar la forma de vida e identidad de los barrios en cuestión, además de la dimensión medioambiental del territorio, ya que considera la cuenca hidrográfica, formada por laderas y cimas, estableciéndose como un pulmón verde natural y un parque urbano que dota de accesibilidad, equipamiento y servicios.
Este proyecto viene a responder el déficit habitacional nacional, que alcanza a las 600 mil viviendas y actualmente son más de 80 mil familias las que viven en asentamientos irregulares.
Debido su innovadora forma de relacionarse con las comunidades y territorios, este proyecto fue seleccionado en la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo México 2022, en la categoría Acciones al margen.