Las dos generaciones han demostrado tener ambición, confianza en los servicios de economía digital y ser flexibles. Pero, factores como las redes sociales pueden afectar a sus finanzas personales.
Los nativos digitales son aquellos que han nacido o crecido durante la era digital y el auge del internet. Se trata de las generaciones Y y Z, también conocidas como “millennials” y “centennials”, nacidos entre 1980 y 2010.
Estas generaciones han sido objeto de mucho interés y análisis por parte de las anteriores, pero ¿cómo son realmente en el ámbito laboral y financiero? Veamos algunos datos que nos ayuden a entenderlos mejor.
Ambición laboral
Uno de los rasgos más característicos de los nativos digitales es que suelen vivir al día, de sueldo en sueldo, sin muchas intenciones de ahorrar y gastando lo que van obteniendo. Según una encuesta de Deloitte, esto es así en el 52% de la generación Y, y en el 51% de la generación Z.
Esto puede generar ciertos problemas a la hora de querer invertir en vivienda, educación o en ahorrar para un próximo período de jubilación.
Sin embargo, lo anterior no significa que no tengan aspiraciones profesionales o empresariales. Al contrario, muchos de ellos tienen una gran confianza en sus capacidades y expectativas de ascender o emprender.
Según un informe de Workforce Institute, el 57% de centennials tienen aspiraciones laborales y la expectativa de ascender cada año. Además, un 14% de ellos ha emprendido algún negocio y al 58% les gustaría hacerlo, según datos de Indeed.
También son ahorradores cuando se trata de tener un fondo para emergencias o imprevistos. Según un informe de Klarna, el 50% de centennials tiene algún ahorro para este fin.
Flexibilidad y equilibrio
Otro aspecto que define a los nativos digitales es su preferencia por la flexibilidad y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Muchos de ellos han optado por el teletrabajo o por un modelo híbrido que combine presencialidad algunos días con otros de jornadas en remoto. Según Deloitte, un tercio de los encuestados están contentos con este equilibrio.
No obstante, también hay desafíos y dificultades para estas generaciones. Muchos han tenido que complementar su trabajo principal con algún otro empleo para poder llegar a fin de mes. Según Deloitte, hasta el 37% de millennials y el 46% de centennials han hecho esto.
Además, tanto a la generación Y como a la Z les preocupa mucho la situación futura. Según Deloitte, más de la mitad de ambas generaciones creen que cada vez será más difícil pedir un aumento de sueldo, un ascenso o encontrar nuevos empleos. Y eso que el trabajo es lo que más les importa al 62% y al 49% respectivamente.
¿Cómo es la economía de ambas generaciones en la era digital?
En cuanto a la forma de gestionar su economía, los nativos digitales muestran una gran confianza en los sistemas digitales para administrarse. Según Klarna, el 74% de los centennials usa aplicaciones móviles para controlar sus gastos, el 69% usa servicios financieros digitales y el 66% usa plataformas online para invertir.
Sin embargo, también hay diferencias entre las dos generaciones. Por ejemplo, a los jóvenes de la generación Y les preocupa mucho más el coste de la vida que a los de la generación Z: un 42% respecto a un 35%, según Deloitte. Paradójicamente, su propia situación económica personal le importa más a los “centennials” (un 44%) que a los “millennials” (un 35%).
También, el FOMO (Fear of Missing Out), o el temor a perderse cosas, afecta a estas generaciones, que se dejan influir por sus hábitos de consumo por las “ofertas” de las redes sociales.
El 30% de ambas generaciones teme sentirse excluido por amistades con mayor poder adquisitivo si no pueden seguir su ritmo de vida, lo que los lleva a gastar más de lo que realmente pueden permitirse.
Sin embargo, lo que es evidente es que estas generaciones tendrán cada vez más peso en el ámbito empresarial, y además ya son los principales compradores, por lo que la economía, tarde o temprano, dependerá de ellos.