Investigadores de Escocia y Estados Unidos han demostrado que el dióxido de carbono atmosférico está aumentando 10 veces más rápido que en los últimos 50.000 años.
Un reciente estudio ha confirmado lo que muchos temían: la humanidad ha llevado al planeta a un estado nunca antes visto, lo que refleja una situación alarmante y sin precedentes.
El cambio climático y el calentamiento global, provocados principalmente por la acción humana, son las principales causas de este aumento acelerado de CO2. Los autores del estudio han evidenciado que el dióxido de carbono atmosférico está aumentando 10 veces más rápido que en los últimos 50.000 años.
Los resultados del estudio fueron presentados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y se dedicaron a analizar los periodos de cambios climáticos bruscos en el pasado de la Tierra y sus repercusiones presentes y futuras.
Una diferencia notable respecto al pasado es que, anteriormente, las emisiones de dióxido de carbono se generaban de manera natural. Sin embargo, ahora, la principal fuente de estas emisiones es la actividad humana, incluyendo la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
Análisis histórico
El estudio también revisa eventos históricos, señalando que durante la última glaciación, hace 10.000 años, hubo aumentos importantes en las emisiones de CO2. No obstante, las mediciones de esa época no pudieron determinar con precisión las causas de estos episodios.
Los expertos señalan que, históricamente, el aumento de CO2 atmosférico ocurría aproximadamente cada 7.000 años. Ahora, ese incremento se produce cada cinco o seis años, una muestra clara del impacto humano en el equilibrio natural del planeta.
Los autores del estudio explicaron: “Estos fenómenos creemos que están causados por un dramático colapso de la capa de hielo norteamericana. Esto pone en marcha una reacción en cadena que afecta a los monzones tropicales, a los vientos del oeste del hemisferio sur y a las grandes cantidades de CO2 que salen de los océanos”.
Este estudio pone el foco en la urgencia de adoptar medidas sustentables para la industrias que permitan reducir las emisiones de carbono, además de incentivar la necesidad de un esfuerzo global concertado para mitigar los efectos del cambio climático antes de que sea demasiado tarde.