Las festividades son consideradas un período de alegría, pero muchas personas tienen razones para sentirse tristes, estresadas o solitarias. Si bien esto es normal, también hay que atender nuestras necesidades emocionales, pedir ayuda y compartir.
Navidad y Año Nuevo llaman a reunirse en familia y celebrar en conjunto. Son festividades asociadas a la felicidad, el cariño y el entusiasmo.
Sin embargo, este ánimo puede ser oscurecido por problemas cotidianos o afecciones personales. Desde la ansiedad de ver a grandes grupos, el estrés por comprar regalos o preparar una cena, hasta la pérdida de un ser querido o estar solo durante las fechas.
Estas son algunas de las razones más comunes para sentirse presionado a disfrutar las celebraciones. La presión generalmente se traduce en tristeza y alienación, y en algunos casos fomenta el consumo de sustancias, el conflicto y el burnout.
Muchas personas no discuten sus sentimientos para no ‘‘manchar’’ el espíritu de las fiestas, pero Adipa.cl considera que es mejor aceptarlos y buscar ayuda en vez de ignorarlos.
Identifica y acepta tus sentimientos
Es importante reconocer qué parte de las festividades te está causando molestias para que puedas hacer cambios que te favorezcan. Si puedes admitir que tienes un problema, será más fácil encontrar una solución.
Si las multitudes no son lo tuyo, rechaza amablemente invitaciones a reunirse o accede a ir por un corto período de tiempo. No tengas miedo a decir que no si es lo que necesitas.
Conversa con tus seres queridos
Hablar sobre tus preocupaciones te liberará de un peso y quizás tu familia y amigos se sienten de la misma forma. Al compartir sus inquietudes se apoyarán mutuamente.
Si no te sientes cómodo conversando con tus conocidos, puedes escribir en un diario o acceder a líneas de ayuda gratis. También puedes tratarlo con un terapeuta para conseguir herramientas que te ayuden a lidiar o superar el problema.
Organiza tus responsabilidades
Un estudio de la Asociación Americana de Psicología (APA) indica que la salud mental de adultos es especialmente frágil durante las fiestas.
Madres y padres de familia suelen tener preocupaciones económicas, como pagar múltiples obsequios, decoraciones, comida e incluso viajes. Además, los adultos también lidian con el trabajo, las discusiones políticas con parientes y escasa relajación.
Expertos recomiendan planear con anticipación los productos a comprar y las actividades a realizar. Hay herramientas en línea, como tableros, para gestionar tus fiestas. Prioriza los regalos significativos y las instancias donde todos se sientan cómodos.
Haz algo que amas
¿Cuál es tu idea de celebración? Para algunos el festejo en grupo es clave, para otros relajarse en casa es más importante. Ambos escenarios son compatibles.
Puedes organizar una pequeña reunión para tocar música, comer, ver series o simplemente holgazanear en tu hogar. Si realmente quieres salir, visita a tus parientes, participa en actividades de tu iglesia o acércate a celebraciones públicas en la ciudad.
¿Cómo lidiar con el duelo?
Ya que Navidad y Año Nuevo llaman a la unión familiar, muchas personas que perdieron a un ser querido se ven inundadas por la tristeza.
Por esto, algunos se niegan a celebrar las fiestas o no quieren obligarse a sentirse felices. Está bien si tu salud mental no es acorde a las festividades. Intenta pedir ayuda si la necesitas o indicarle a tus cercanos cómo te pueden apoyar en este proceso.
Más allá de Navidad, Año Nuevo y otras fiestas, cuidar nuestra salud mental es un trabajo de todo el año. Estas nos recuerdan que las comunidades son importantes para nuestro bienestar, pero también vienen acompañadas de estrés y obligaciones.
Los adultos suelen dejar sus preocupaciones personales en espera en favor de la familia y el trabajo. Así que es esencial mantener el contacto, conversar y ayudar a quienes lo necesitan.