El Jefe del Departamento de Neurología del Hospital Dr. Gustavo Fricke explica las diferencias entre migraña y cefalea y recomienda acudir a profesionales para un diagnóstico adecuado.

El dolor de cabeza es un tema que aqueja, según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente al 40% de la población mundial, equivalente a 3.100 millones de personas, y sus detonantes pueden ser múltiples. Lo primordial, para saber cómo responder, es distinguir si se trata de una migraña o una cefalea, que, si bien son términos que erróneamente se utilizan como sinónimo, responden a dos dolencias diferentes.

Así lo explica el Jefe del Departamento de Neurología del Hospital Dr. Gustavo Fricke, el Dr. Gustav Rohde.

“Una jaqueca o migraña es una condición que tiene ciertas características. Es una enfermedad que habitualmente se hereda. Cuando uno ve a un paciente con jaqueca, es porque hay un familiar, hermano o primo que tienen la misma condición”.

Las jaquecas son crónicas y pueden desencadenarse como respuesta a alguna afección o también a causa de una deshidratación. Inclusive hay alimentos que pueden provocarlas, como el queso, el plátano, los embutidos, la salsa de soya y el alcohol entre otros.

“No es una condición que se gatilla y después desaparece. Si soy jaquecoso, voy a ser jaquecoso siempre, lo que no significa que voy a tener siempre dolores de cabeza. Las crisis comienzan a aparecer con frecuencia bien variable, a veces un par de veces a la semana, una vez al mes, es diferente de paciente a paciente”, explica el Dr. Rohde.

Dentro de los síntomas se encuentran las náuseas, vómitos, fotofobia y fonofobia. Es más frecuente en mujeres, posiblemente debido a las influencias hormonales y se desconoce la causa exacta que la provoca (la migraña), pero se asocia a la liberación de sustancias inflamatorias que producen dolor alrededor de los nervios y los vasos sanguíneos de la cabeza.

En cambio, la cefalea puede detonarla algo más grave o de mayor complejidad. “Una cefalea solamente hace alusión a un dolor de cabeza, y la causa puede ser múltiple. Desde un cabezazo, hasta un tumor cerebral”, indica el neurólogo del SSVQP.

Existen tipos de cefalea. La cefalea tensional, por ejemplo, se presenta con una sensación de presión o tirantez, y puede estar relacionada con el estrés o con problemas musculoesqueléticos en el cuello; y la cefalea en racimo, que corresponde a un dolor de cabeza recurrente e intenso, aunque breve y que suele concentrarse en un ojo o alrededor de él, con lagrimeo y enrojecimiento.

¿Cuándo acudir con un especialista?

Debido al parecido entre ambas – cefalea y migraña – lo recomendable para despejar dudas, es acudir al médico competente en la materia para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.

“Si el inicio es muy brusco o intenso, o el patrón del dolor de cabeza cambia completamente, o se asocia a otros síntomas, por ejemplo, dolor de cabeza y pérdida de la fuerza en un brazo, o bien asociados a nauseas o fiebre, es momento de consultar”.

Existen analgésicos y medicamentos específicos contra la migraña y la cefalea, los cuáles deben suministrarse con responsabilidad, ya que sus compuestos podrían causar inclusive más dolor.

“Con el tiempo han ido cambiando los medicamentos que se usan para la jaqueca, pero durante muchos años y hasta ahora se usan, medicamentos que tiene en su base una sustancia que se llama ergotamina. Y es bastante útil desde el punto de vista sintomático, porque aprieta los vasos sanguíneos y eso disminuye el dolor. El problema es que eso dura poco rato, y después se produce una dilatación de rebote y eso genera otro dolor de cabeza (…) el uso crónico de ergotamina puede producir problemas al corazón y otros trastornos vasculares, aumenta el riesgo de accidentes vasculares”. Advierte para finalizar el especialista.