«Expertos recomiendan hábitos alimenticios conscientes y el consumo de frutas para proteger la salud durante el verano»
Las vacaciones son sinónimo de descanso, diversión y, por supuesto, de romper con la rutina. Sin embargo, en medio de los paseos familiares, las jornadas en la playa y las reuniones con amigos, es común que descuidemos algo fundamental: nuestra alimentación. Según Sara Contreras Sandoval, Directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, este período de relajo no tiene que convertirse en un enemigo de nuestros hábitos saludables. Por el contrario, con algunas recomendaciones prácticas, podemos disfrutar al máximo sin poner en riesgo nuestra salud.
Uno de los principales errores que cometemos durante las vacaciones es flexibilizar demasiado nuestros horarios de comida. Saltarse el desayuno, almorzar a deshoras o cenar tarde puede afectar no solo nuestro metabolismo, sino también nuestro bienestar general. Contreras sugiere mantener un mínimo de tres comidas diarias (desayuno, almuerzo y cena) e incluir una colación saludable a media tarde. Esto no solo ayuda a mantener los niveles de energía, sino que también evita que caigamos en excesos poco saludables.
Pero, ¿qué alimentos deberíamos privilegiar en esta época del año? La respuesta es clara: frutas y verduras. El verano es la temporada ideal para disfrutar de una amplia variedad de frutas que, además de ser deliciosas, son aliadas perfectas para mantenernos hidratados y nutridos.
«Si vas a la playa o a la piscina, puedes preparar un envase con frutas de estación listas para consumir. Estas no solo aportan vitaminas y minerales, sino que también protegen nuestra piel de los efectos dañinos del sol», explica la experta.
Entre las frutas estrella del verano destacan los arándanos, ricos en vitamina C y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico; la sandía, que con su alto contenido de agua es ideal para prevenir la deshidratación; y el melón, que además de hidratar, aporta vitamina A y C. Otras opciones como el durazno, la ciruela y el tomate también son excelentes alternativas para incluir en nuestra dieta diaria.
Sin embargo, no todo se reduce a elegir los alimentos correctos. Contreras enfatiza la importancia de mantener buenas prácticas de higiene y manipulación de alimentos, especialmente cuando estamos en lugares abiertos como playas o campings. Lavar las manos antes y después de preparar alimentos, mantener los productos refrigerados y consumir agua potable son medidas clave para evitar infecciones o intoxicaciones alimentarias.
En resumen, las vacaciones no tienen que ser sinónimo de excesos ni de descuidos. Con un poco de planificación y conciencia, podemos disfrutar de este período sin comprometer nuestra salud. Y qué mejor manera de hacerlo que aprovechando las frutas de temporada, que no solo nos refrescan, sino que también nos nutren y protegen.
Sara Contreras Sandoval
Directora de Escuela Enfermería
Universidad Andrés Bello