La lucha de los trabajadores continúa mientras la Corporación Municipal intenta imponer su propuesta
La huelga en los cementerios municipales de Valparaíso persiste. Con 67 votos a favor, los trabajadores rechazaron la última propuesta de la Corporación Municipal. Esta huelga, que comenzó el viernes 15 de diciembre, ha visto pocos avances en las negociaciones.
El presidente del sindicato, Ivo Vuskovich, acusó a la Corporación de intentar engañar a los trabajadores.
“Esta última propuesta es idéntica al borrador que nos quisieron imponer cuando nos hicieron la desconocida la semana pasada. La Corporación nos quiere pasar gato por liebre, sembrando mentiras para provocar la desunión de los trabajadores, pero esta contundente votación en contra de su propuesta, es muestra que no se saldrán con la suya. No nos quieren porque no bailamos al ritmo del alcalde y sus secuaces; no nos quieren porque nosotros somos trabajadores de verdad”, afirmó Vuskovich.
Los trabajadores también señalaron que los cementerios no están cerrados por su culpa. Según ellos, la Corporación Municipal ha decidido poner cadenas en los accesos, impidiendo incluso el ingreso de los turnos éticos dispuestos durante la huelga.
Felipe Olea, abogado del sindicato, comentó sobre la situación:
“la Corporación, en una decisión política, está estirando las negociaciones hasta ahogar económicamente a los trabajadores, en circunstancias que de no encontrar acuerdo pasarán estas fiestas prácticamente sin remuneraciones. Por lo que si honestamente quieren destrabar un acuerdo, debemos reunirnos esta misma tarde”.
Los trabajadores insisten en que la diferencia actual para llegar a un acuerdo no tiene nada que ver con un supuesto bono que exigiría la directiva sindical. Según ellos, una declaración de tal naturaleza por parte del director de la corporación, Eduardo Riquelme, no es más que una muestra de la falta de ética de esta administración. Aseguran que la diferencia para llegar a un acuerdo hoy no le costaría más de $1.000.000 mensuales a la Corporación Municipal, por lo que lo que falta es exclusivamente voluntad política.