Donald Trump Lidera las Encuestas en un Estado Dominado por el Partido Republicano, Mientras la Iglesia Mormona Mantiene su Influencia Política

El “supermartes” no recibe su nombre por casualidad. El próximo martes 5 de marzo, los votantes de una quincena de estados norteamericanos acudirán a las urnas para elegir a sus candidatos para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. En esta jornada crucial, se nominará a más de un tercio de los delegados encargados de elegir al próximo presidente de Estados Unidos. En el conservador estado de Utah, Donald Trump lidera las encuestas, consolidando su posición como el favorito entre los republicanos.

Los republicanos han dominado todas las elecciones presidenciales en Utah, un estado ubicado en el oeste de Estados Unidos. Este partido también controla las principales instituciones legislativas del estado, incluyendo el Senado, la Cámara de Representantes y la gobernación. Aunque la capital, Salt Lake City, suele ser un bastión demócrata, en las zonas rurales de Utah, el bando conservador reina sin oposición.

Lenise Peterman, una candidata a un escaño legislativo local en el condado de Carbon, se presenta como un ejemplo de la dinámica política en Utah. Autodeclarada independiente, Peterman se afilió al Partido Republicano para tener una oportunidad justa en las elecciones.

«Hace 20 años, Carbon era un condado muy azul [color del Partido Demócrata]. Votábamos mayoritariamente a los demócratas y creo que eso cambió con Obama. Persiguió a la industria del carbón para garantizar un aire limpio. Creo que ese fue el gran punto de inflexión”, afirma Peterman.

El peso de la Iglesia mormona

Sin embargo, no todos los votantes están satisfechos. Al igual que en el resto de Estados Unidos, muchos en Utah están escandalizados por el comportamiento de Donald Trump, a pesar de su favoritismo en las encuestas. En la misa del pasado domingo, el pastor mormón de East Carbon instó a la congregación a salir a votar y a participar en los caucus locales del 5 de marzo. No obstante, este llamado no fue suficiente para motivar a todos. Melinda, una seguidora de la iglesia, expresó su descontento:

«Yo no voto por el mal menor. Sólo voto a alguien que sé que está interesado en resolver los problemas y se compromete a hacerlo. Ese es el tipo de persona en la que confío. En este momento, no hay nadie a quien pueda votar”, dijo a RFI.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida comúnmente como la Iglesia mormona, tiene un peso demográfico y económico significativo en Utah, lo que la convierte en un actor político de primer orden. Aunque sus dirigentes insisten en que la iglesia se mantiene neutral en la carrera presidencial, hace unas semanas enviaron una carta a sus fieles instándolos a participar en los caucus y a elegir, independientemente de cualquier partido, al candidato que haya demostrado su competencia, integridad y capacidad de servicio. Muchos analistas interpretaron esto como un mensaje para no votar por Donald Trump, marcando una posible distancia entre la iglesia y el expresidente.