Es cada vez más evidente que la salud humana no puede entenderse aislada del entorno. Lo que ocurre entre la fauna silvestre, las especies invasoras y los animales domésticos repercute, directa o indirectamente, en nosotros.
En una reciente investigación publicada en Frontiers in Veterinary Science, detectamos la circulación de parvovirus entre nutrias marinas, nutrias de río, visones invasores y perros domésticos en el centro y sur de Chile. Este hallazgo refuerza la idea de un metareservorio viral, donde distintas especies sostienen la transmisión sin necesariamente enfermar, afectando gravemente a las especies nativas.
El Día Mundial de Una Salud, que se conmemora el 3 de noviembre, nos invita a mirar la salud desde una sola perspectiva: la del planeta como un sistema interdependiente. Comprender estas interconexiones es clave para anticipar nuevas crisis sanitarias y proteger tanto la biodiversidad como nuestra propia salud.
Y aunque Bill Gates ahora parece no estar de acuerdo, cuidar a la naturaleza también es cuidarnos a nosotros mismos.
Gonzalo Medina
Instituto One Health
Universidad Andrés Bello
