Casi Dos Décadas de Advertencias Ignoradas sobre los Riesgos Geológicos en la Zona Dunar
En la región de Valparaíso, específicamente en las dunas de Viña del Mar, emerge una preocupante constante que combina predisposiciones naturales con acciones humanas que podrían estar exacerbando la situación. Christian Orellana, director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) para Valparaíso, subrayó un problema antiguo que recientemente se manifestó de nuevo bajo circunstancias dramáticas.
Ya en el año 2005, el Sernageomin había señalado el riesgo de movimientos de masa en las áreas dunares de Viña del Mar. Avanzando rápidamente a una noche lluviosa del 8 de junio, apareció un significativo socavón cerca del edificio Euromarina II, en el sector de Reñaca. Este incidente no fue un evento aislado, sino parte de una preocupante tendencia que afecta a la región. Solo el año pasado, dos socavones similares ocurrieron; uno frente al Edificio Kandinsky en agosto y otro cerca del Edificio Miramar en septiembre.
La raíz de estas perturbaciones parece ser multifacética. Según el Serviu de Valparaíso, el reciente hundimiento podría haber sido provocado por una sobrecarga en un colector de aguas lluvias que colapsó debido a las intensas precipitaciones. Orellana explica:
«Entre los años 2005 y 2012, los municipios de Viña del Mar y Concón solicitaron nuestra orientación respecto a la construcción sobre campo dunar. En ambas instancias determinamos que estas áreas estaban en alto riesgo de fenómenos de remoción en masa. Esto es una situación que se repetirá, dado la naturaleza del terreno«.
Además, Orellana señala que el incremento en la infraestructura y el equipamiento asociado son factores de riesgo adicionales. Las condiciones cambiantes en la región, exacerbadas por la mayor carga de los nuevos desarrollos y la infraestructura existente como los colectores de aguas lluvias, fueron señaladas como factores contribuyentes a los socavones de 2023.
Este patrón de negligencia y la implacable respuesta de la naturaleza sirven como un severo recordatorio de las consecuencias de ignorar los consejos geológicos. Mientras la comunidad de Viña del Mar enfrenta estos desafíos recurrentes, la pregunta persiste: ¿cómo abordará estos riesgos en el futuro para prevenir futuros desastres?